LA MÁGICA NOCHE DE SAN JUAN
Los antiguos celtas llamaban Alban Heruin a este festival y su principal significado era el de celebrar el instante en el que el Sol se hallaba en su máximo esplendor, cuando duraba más tiempo en el cielo y mostraba su máximo poder a los hombres, y al mismo tiempo, el día en que empezaba a decrecer en el Solsticio de Invierno.
El 21 de junio tiene lugar la entrada oficial del verano en el hemisferio norte. Es el solsticio de verano y en torno a él y a la próxima noche de San Juan (la noche entre el 23 y el 24 de Junio) se suceden una serie de rituales y supersticiones que apuntan al día más largo y la noche más corta del año donde todo gira en torno a la glorificación del fuego. De hecho, este es el festival del fuego por excelencia.
Es la celebración celta del Beltaine (significa “fuego de Bel”), que era un festival anual en honor al dios Belenos. Durante el Beltaine se encendían hogueras que eran coronadas por los más arriesgados con largas pértigas.
Los druidas hacían pasar el ganado entre las llamas para purificarlo y defenderlo contra las enfermedades y rogaban a los dioses que el año fuera fructífero y solían sacrificar algún animal, para que sus plegarias fueran mejor atendidas.
Las fiestas griegas dedicadas al dios Apolo, se celebraban en el solsticio de verano encendiendo grandes hogueras de carácter purificador.
Los romanos, por su parte, dedicaron a la diosa de la guerra Minerva unas fiestas con fuegos y tenían la costumbre de saltar tres veces sobre las llamas y por entonces, se atribuían propiedades medicinales a la hierbas recogidas en aquellos días.
Prepara ya tu ritual para que salga lo malo y entre lo bueno.No te arrepentirás.
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